viernes, 25 de agosto de 2017

¿EXISTE ALGUNA RELACIÓN ENTRE EL SPP Y LA FM?

Entre la gran cantidad de artículos y estudios que he leído durante estos últimos años, la existencia de esta posibilidad, tan solo queda expuesta en el diario sesiones de la Unión Europea, que con fecha del 8 de noviembre de 2001(1), queda constatado, que las personas que fueron afectadas por una poliomielitis no paralitica; pueden llegar a desarrollar el SPP. En ninguno otro documento, queda refrendado de una forma medianamente clara, que pueda existir alguna correlación entre el SPP y la Fibromialgia “FM” o la Fatiga Crónica “FC”.
Al igual que existe una gran diversidad de artículos sobre el SPP, proliferan las publicaciones que contienen estudios relacionados con la fibromialgia y la fatiga crónica. Pero no deja de resultar un hecho insólito, la circunstancia que a pesar de los avances clínicos y de investigación, todavía quede por esclarecer, la procedencia de su etiología.
Podemos topar ante una larga lista de publicaciones, en las que vaticinan grandes descubrimientos referentes a la procedencia de la FM, pero si los analizamos, lo único que podemos observar, es que contienen un amplio surtido de controversias, y que carecen de una definición nosológica.
Ante la ausencia de una explicación que resulte plausible sobre su procedencia, las causas que gozan de un mayor consenso son: Las derivadas de una posible “condición psicológica” (una circunstancia, que no es aceptada por la OMS), las infecciones virales, los trastornos neurológicos y los desequilibrios del Sistema Nervioso Central “SNC”.
Al contrario de lo que sucede con la etiología, existe una gran coincidencia en la sintomatología, entre los trastornos que resultan mayoritariamente enumerados podemos hallar: los dolores musculo-esqueléticos, rigidez generalizada, poca o nula tolerancia al esfuerzo físico, cansancio, fatiga, sensación de hormigueo, alteraciones de sueño, hipersensibilidad al calor y al frio, la falta de memoria, la dificultad para concentrarse y que se trata de una enfermedad crónica, que frecuentemente suele ir acompañada de ansiedad y depresión.
Los pacientes con FM, suelen quejarse de <dolerles todo>. Al igual que el profesor D.J. Clauw, son varios los autores que describen hallarse ante una “Hipertensión del sistema de procesamiento del dolor”.
(Como dato anecdótico, recuerdo que en mi primera visita al médico, cuando este me pregunto que me sucedía, para responderle, también utilice la expresión de: “Me duele todo”).
Debemos de admitir, que aparentemente, todos los síntomas que presentan las personas afectadas de FM, son prácticamente idénticos y perfectamente equiparables a los que son producidos por el SPP.
Resulta posible, que no exista ninguna relación entre el SPP y la FM, pero bien es cierto, que existe mucha afinidad entre ambas enfermedades, comparten una sintomatología prácticamente análoga, se desconoce su etiología, y resulta curioso, que la aparición los primeros casos de ambos síndromes, coincidieran en los mismos espacios de tiempo.
Son muchas las teorías que proliferan al entorno de estas enfermedades, y que todas las exposiciones que se hagan sobre ellas, puede dar origen a las consabidas discrepancias, y a una infinidad de argumentaciones, ante esta posibilidad, debo de puntualizar, que los razonamientos aquí expuestos, tan solo corresponden a las conjeturas de un paciente curioso, que con la finalidad de adquirir conocimientos, un buen día, decidió dedicarse al estudio de la poliomielitis y sus consecuencias. El desarrollo de una serie de acontecimientos, me facilitaron la posibilidad de poder relacionarme y mantener conversaciones con numerosas personas afectadas de poliomielitis en la modalidad de paralitica, estas conversaciones, me permitieron indagar sobre la vida de algunas personas, que en el momento de producirse la infección, convivían con otros hermanos o hermanas.
Los resultados que puedan llegar a obtenerse de un reducido grupo de participantes, no pueden considerarse como significativos, relevantes ni concluyentes, no obstante, existen ciertas circunstancias que son merecedoras de ser tomadas en consideración.
Probablemente, algunas de las personas que puedan llegar a leer este articulo, dispongan de la ocasión de analizar a las personas de su entorno familiar, para poder corroborar si entre ellas, existen circunstancias similares a las que a continuación son expuestas.
Con la cantidad de años transcurridos, no resulta una labor nada fácil, indagar sobre los pormenores relativos a la infancia, y mucho menos, encontrar personas que todavía tengan a sus padres vivos, y que estos, todavía posean la suficiente lucidez, para recordar si alguno de los otros hermanos, padeció durante su infancia, de algún estado febril acompañado de una parálisis temporal. No podemos catalogar de simples casos aislados, los que se produce la circunstancia, que mientras uno de los hermanos llega a desarrollar una parálisis, el otro, tan solo padecía los consabidos efectos temporales, que pueden ser perfectamente atribuibles, a una infección aguda de poliomielitis, sin que esta, llegara a ocasionar una parálisis permanente. Resulta un hecho bastante casual, observar que con el paso de los años, el hermano cojo ha desarrollado el SPP, y que el otro hermano, sorprendentemente, padece de FM.
¿Se trata de casos aislados y simples coincidencias fortuitas? O… acaso ¿Estos procesos se produjeron con una frecuencia mayor de lo que imaginamos?
Deberíamos de considerar un pequeño detalle, que muy fácilmente nos puede pasar por desapercibido, los autores de los primeros estudios sobre el SPP, argumentaban que para llegar a desarrollar el SPP, previamente, se tenia que haber padecido una poliomielitis paralitica. En los estudios más recientes, se abstienen de mencionar esta circunstancia como un requisito indispensable. Limitándose a describir como condición la de: Haber padecido una infección aguda de poliomielitis, después de padecer una infección vírica o posterior a un episodio agudo de poliomielitis.
Aunque aparentemente nos pueda parecer lo mismo, nos hallamos ante un escenario totalmente diferente, existe una gran diferencia entre una poliomielitis paralitica i una infección aguda. No debemos de olvidar, que la modalidad de paralitica, tan solo llego a desarrollarse entre el uno y medio y el dos por ciento de las infecciones.
Es posible que ya no sea tan fehaciente, el convencimiento de garantizar que una vez el virus a conseguido invadir el Sistema Nervioso Central, ocasionando parálisis o no, las personas afectadas queden exentas de padecer las posibles consecuencias posteriores.
Una vez el virus ya ha conseguido hospedarse en nuestro cuerpo, los resultados dependerán de la virulencia de la infección y de la respuesta de nuestro sistema inmunológico, si el virus consigue evadir nuestras defensas, una vez logra alcanzar el torrente sanguíneo, se replica y prolonga su estancia, para pasar a invadir a otros tejidos. Si durante la fase aguda de la infección, el virus consigue alcanzar el Sistema Nervioso Central “SNC”, este, invade la neuronas motoras de la corteza cerebral motora, tronco cerebral, cerebelo y medula espinal, dando como resultado la destrucción selectiva de las neuronas motoras.
(Con la finalidad de facilitar una mejor comprensión, recomiendo la visualización del video que figura en este mismo apartado con el titulo “La poliomielitis un mal recuerdo” o bien accediendo a este enlace): https://www.youtube.com/watch?v=gvTUHtXKcZY
Una infección aguda del poliovirus, puede concluir con dos resultados, paralitica o no paralitica, en el caso de la paralitica, puede desarrollarse en bulbar o espinal. Para definir las infecciones con el resultado de no paralitica, entre los términos que son utilizados con mayor frecuencia podemos hallar: infección subclínica, infección inaparente, infección asintomática, menor o abortiva y polioencefalitis.
Conocemos los resultados de la paralitica, ¿Y de las demás? Disponemos de ciertos conocimientos relacionados con los resultados inmediatos, pero… ¿Llego a invadir el virus el SNC? Si este fue el caso ¿Qué consecuencias puede llegar a ocasionar a largo plazo?
Según la Fundación para la Fibromialgia y la Fatiga Crónica; La Fibromialgia (FM) es una enfermedad crónica del Sistema Nervioso Central que ocasiona a quien la padece dolor generalizado con una evolución de más de 3 meses de duración.
Si partimos de la base que la Fibromialgia es una enfermedad crónica del SNC, lo más lógico y razonable, seria preguntarse por los motivos o las circunstancias que han ocasionado su origen. Cabe recordar, que en los primeros estudios sobre la poliomielitis, el SPP era considerado como una afectación neurológica estática y no progresiva, tan solo con el paso de los años, se ha confirmado que sus efectos, son lentos, progresivos e invalidantes.
Lo que resulta evidente, es que la FM no surge de la nada, lógicamente tiene una causa o procedencia, también resulta innegable, que es una enfermedad invalidante, y que este tipo de enfermedades no resultan rentables.
Si en España se calcula que existen unas cuarenta mil personas afectadas de poliomielitis paralitica, y concurren tantos problemas para que se nos reconozca una incapacidad, alguien se imagina, que representaría para las arcas del estado, la posibilidad de llegar a extrapolar esta cantidad a un millón de personas. La solución más oportuna es la seguir manteniendo el desconocimiento, y que todo transcurra bajo las penumbras de un tupido velo.
A pesar de todo ello, mientras no existan respuestas que confirmen su etiología, seguiré preguntándome: ¿Es posible desarrollar el SPP después de padecer una infección aguda de poliomielitis? Si esta circunstancia es posible, ¿Donde están las personas afectadas? ¿Cuál es la causa de la FM? ¿Existe alguna relación entre el SPP y la FM?.
(1) Según consta en el diario de sesiones de Consejo de la Unión Europea, con fecha 8 de noviembre de 2001. La Ministra de Sanidad Belga en su condición de máxima responsable de la Sanidad europea, presento un documento a sus homólogos sobre el Síndrome Post-polio. En el punto 3. de dicho documento, consta el siguiente párrafo: Por desgracia, los supervivientes de la polio están viendo mermada ahora su discapacidad para participar plenamente en la sociedad y sobre todo en el lugar de trabajo. Al menos el 70% de los supervivientes de la polio paralítica y el 40% de los supervivientes de la polio no paralitica están desarrollando secuelas postpoliomieliticas, los llamados “efectos tardíos de la polio”.
Juli Sellés


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